jueves, 4 de junio de 2009

Pushing daisies

Ayer la cursi de mi madre acabó de ver Pushing daisies y me ha dicho que me toca a mí contar lo que le ha parecido. Manda huevos. Que ya dije que la muy jodía está con las hormonas revueltas y me temo que no puede ser objetiva. Así que lo tendré que ser yo por ella.

Cuando la peña habla de esta serie siempre se le vienen a la boca las dos mismas referencias: Amelie y Big Fish. Ese tono de cuento de hadas, esos colores primarios tan chillones y esa ambientación tan irreal son demasiado reconocibles como para nombrar cualquier otra obra. Sin embargo muchos olvidan la cantidad de referencias a una buena cantidad de películas tan dispares entre sí como El acorazado Potemkin, Grease, Sonrisas y lágrimas o Indiana Jones y el templo maldito. Porque hay escenas que son un sentido homenaje a esos míticos filmes. Es decir, bajo ese aparente intento de copiar el ambiente onírico de las dos primeras películas hay un vasto conocimiento de la historia del cine.


En cuanto a la serie en sí... ¿qué queréis que os diga? Al principio el rollo de las investigaciones en las que Ned despertaba al muerto durante un minuto para preguntarle por su asesino tenía su gracia. Luego comenzó a cansar. Siempre lo mismo. Como si fuera un procedimental más escrito por un guionista con sobredosis de LSD. Sin embargo la serie volvía a recobrar el pulso cuando se centraba en la historia personal y el pasado (y por extensión, su influencia en el presente) de los personajes. Conocer el pasado de Ned, Chuck, Emerson, Olive o las hermanas sirenas era mucho más interesante que saber quién mató al muerto de turno resucitado por el pastelero. Cuando lo hacían, la serie ganaba varios puntos.

Otro tema es el de la tensión sexual entre Ned y Chuck. Bien llevado en la mayoría de las veces y resuelto con las formas más curiosas y extravagantes dotando a las escenas de un aire naïf muy acorde con la ambientación. Aunque no todo es inocente en Pushing daisies. Se sueltan, así como quien no quiere la cosa, algunas insinuaciones eróticas nada inocentes que nos llevan a pensar que no todo es tan idílico en la relación entre la chica muerta y el pastelero.


Lamentablemente, al conocerse la noticia de su inminente cancelación, los guionistas trataron de darle algún tipo de final a la serie. Final que queda totalmente forzado, fruto de la precipitación. Olvidando además que apenas tres capítulos atrás habían abierto una trama más que interesante acerca del padre de Ned, personaje ausente pero omnipresente a lo largo de las dos temporadas. Así que al final nos encontramos con una serie que se queda coja en su tramo final aunque es de agradecer que no se haya quedado en un terrible cliffhanger como otras que han sido canceladas esta temporada.

Memción aparte merece mi colega Digby. Totalmente desaprovechado a lo largo de la serie, cada vez que aparecía en escena no podía evitar menear el rabo de puro contento.


2 comentarios:

missmole dijo...

Yo aún ni he empezado esta segunda temporada porque me da pena que se acabe ... Es cierto que Digby debería salir más,jeje.

OsKar108 dijo...

A mi me ha gustado mucho la serie en sus 2 (únicas) temporadas, creo además que esa asociación Emerson/Olive es fantástica, lástima de su, algo apresurado final, pero como muy bien dices por lo menos no ha acabado con todo abierto y con un cliffhanger.
Grande Digby.

¡Saludos!