martes, 2 de junio de 2009

¿Y el karma no va a hacer nada?

Anoche mi madre dejó a un lado el pastel (nunca mejor dicho) de Pushing daisies y mientras cenábamos pusimos el último capítulo de la cuarta temporada de My name is Earl. O la series finale, ya que ha sido cancelada y su futuro en cable aún es muy dudoso.

La verdad es que es una serie que a mí siempre me ha parecido para pasar el rato, echarte unas risas y poco más. Un especie de procedimental cósmico repleto de humor absurdo y algo de crítica a la América profunda sin muchas más pretensiones que hacer reír (en el fondo todos veiámos la serie por descojonarnos con las paridas de Randy).


Aún así merecía tener algún tipo de final con Earl completando su lista y enfrentándose a un más que probable "¿Y ahora qué?". En cambio nos hemos encontrado con un
cliffhanger bastante forzado (el único en cuatro años; lo del coma de Earl al final de la tercera temporada no llegó a dejarnos con cara rara) y un punto y aparte en una serie que, por lo que cuentan, no va a tener continuación en ninguna cadena.

Nos quedamos sin Earl y sin su lista de despropósitos. Cada vez que una serie se cancela sin un final es como si una pulga me picara en la oreja....

1 comentario:

OsKar108 dijo...

Entiendo lo que quieres decir con lo de la pulga en la oreja, siempre jo** un montón cuando cancelan una serie (te guste más o menos) sin darle un final minimamente digno.
De esta serie solo he visto su primera temporada y mira que me gustó pero no la he seguido más, tengo en mi disco duro la 2ª y 3ª así que un día de estos (a saber cuando) continuaré con ella.

¡Saludos!